Quienes somos

Durante años, observamos cómo los recursos con visión bíblica integral, reformada y culturalmente comprometida —especialmente desde una cosmovisión robusta cristiana— eran escasos o inexistentes en español. Mientras el mundo hispanohablante es sacudido por ideologías destructivas, secularismo militante y confusión moral, la iglesia proclama un mensaje que se limita a la salvación y santificación personal del individuo mientras que permanece desarmada, sin herramientas doctrinales, culturales ni educativas para dar batalla y tener un impacto real en el mundo. Cisma surge como respuesta a ese vacío.

Inspirados por la afirmación de Abraham Kuyper —"no hay una sola pulgada del dominio de nuestra existencia sobre la que Cristo, quien es soberano sobre todo, no clame: ¡Mío!"—, creamos esta plataforma para reclamar y reformar el mundo de Dios en nuestra lengua, para nuestra gente, y desde nuestra realidad. Nuestra visión es clara: formar creyentes que piensen bíblicamente, actúen estratégicamente y vivan con fidelidad en cada esfera de la vida.

Nuestra misión es reclamar y reformar el mundo de Dios, restaurando la bondad, la verdad y la belleza en todas las áreas de la vida: el hogar, la iglesia, la cultura, la educación, los medios, la vocación, la economía, etc. Contrariamente al pensamiento evangélico promedio, no buscamos escapar este mundo, sino trabajarlo y ejercer dominio fiel para que Cristo reine visiblemente en todo cada rincón de la tierra.

Cisma no es simplemente una plataforma de contenido; es una iniciativa que aspira a formar conciencias, transformar hogares, levantar iglesias sanas, crear cultura y recordar a cada creyente que el llamado cristiano no se limita al domingo o a su devoción personal. En un tiempo de confusión, relatividad, fragmentación y caos, afirmamos sin ambigüedad: toda la creación pertenece a Cristo, y debe rendirle gloria.

Buscamos impactar Latinoamérica, desde sus familias hasta sus centros de influencia, recuperando el propósito eterno en lo cotidiano, y demostrando que cuando el mundo se sumerge en el caos, la única alternativa real es Cristo.